Fútbol
19-04-2025 20:18:42
Iván Icígar
El partido arrancó con poco fútbol en el Estadio de Gran Canaria con pocas aproximaciones por parte de ambos equipos. Poco a poco, el Atlético de Madrid fue adueñándose de la posesión, tratando de imponer su juego, mientras que la UD Las Palmas se mantuvo bien ordenada en defensa, cerrando espacios y evitando cualquier sobresalto. La primera llegada clara tuvo sello rojiblanco: Gallagher recibió dentro del área con cierto margen, pero se entretuvo demasiado intentando encontrar el hueco ante la marca de Viti. El inglés acabó por no sacar rédito alguno de la jugada, desaprovechando así la primera opción de verdadero peligro del encuentro.
Tras el primer aviso del Atlético, Las Palmas comenzó a ganar confianza y a mostrarse más ambiciosa sobre el césped. Poco a poco, los de Diego Martínez fueron estirando líneas y aproximándose con mayor frecuencia a la portería defendida por Jan Oblak. La primera acción de verdadero peligro llegó a través de la magia de Alberto Moleiro, que desbordó por línea de fondo con una gran maniobra individual., el balón le llegó a un Fábio Silva quien buscaba efectivos con un centro que no acabó encontrando un receptor. Los amarillos también empezaron a gozar de acciones a balón parado que les darían más posibilidades de dañar a los de Simeone. Tras una falta que dio en la defensa colchonera, con el fin de evitar el contraataque, Bajcetic empaló el balón que salía rechazado y se acabó yendo alto muy lejos de ver puerta.
La Unión Deportiva se sentía cada vez más cómoda en el partido a medida que pasaban los minutos, sensaciones que se trasladaban al apartado de las ocasiones. La más clara hasta el momento llegó con un remate de cabeza de Álex Suárez, tras una jugada con mucho mérito colectivo. Fábio Silva recibió de espaldas y habilitó con un pase preciso a Scott McKenna, que prolongó de cabeza para que el capitán amarillo conectara un testarazo centrado que Oblak atrapó sin demasiados apuros. Poco antes de cumplirse la media hora de juego, los de Diego Martínez volvieron a rozar el gol. Esta vez fue Dário Essugo quien presionó con éxito en campo rival, robó en zona comprometida y condujo con determinación hasta sacar un potente disparo lejano que pasó cerca del palo en lugar de buscar apoyos en Silva o Mcburnie.
El Atlético de Madrid supo resistir el buen momento de la Unión Deportiva y tomó el control en la recta final del primer tiempo, donde gozó de varias ocasiones claras para romper la igualdad en el marcador. El primer aviso serio llegó tras un centro de Pablo Barrios que superó a McKenna, pero Dário Essugo apareció providencialmente para desviar el peligro. Sin embargo el 0-1 estuvo muy cerca de llegar poco después hasta que Dinko Horkas apareció como si de un superhéroe se tratara. Todo vino tras un taconazo de Llorente para Giuliano Simeone, el hijo del técnico colchonero centró a Julían Álvarez en el segundo palo quien estaba en buena posición para anotar pero el portero amarillo sacó una mano prodigiosa. En la siguiente jugada el croata salvó una vez más a su equipo, esta vez Giuliano en carrera puso un centro al segundo palo el cual remataba Sortloth con un cabezazo que no vio portería por el nivel de Horkas. Antes del término de la primera mitad McBurnie recibió un pase filtrado que parecía llegar con peligro pero el escocés se hizo un lío entre la defensa rojiblanca y no pudo sacar nada de la acción. Así, tras una primera mitad intensa, pero sin goles, ambos equipos se marcharon a vestuarios con todo por decidir (0-0).
Los de Simeone mantuvieron su buen hacer de los últimos minutos del primer tiempo en el inicio del segundo; todo ello desde el dominio de la posesión. Desde la posesión, el Atlético comenzó a tejer sus ataques, buscando fisuras en la defensa amarilla y el primer aviso no tardó en llegar. Julián Álvarez encontró a Gallagher con un centro raso sin embargo Álex Suárez apareció como un salvavidas en el lance para evitar que el británico pudiese rematar y así quitar toda opción del 0-1 en ese momento. El capitán amarillo se vio forzado a poner la cabeza para evitarlo dando lugar a una acción de riesgo para salvar a los suyos y así mantener las tablas.
Tal y como ocurrió en el primer tiempo, tras el primer aviso serio del Atlético, la UD Las Palmas logró recomponerse y mejorar sus prestaciones con el balón. Este panorama fue posible gracias a un Alberto Moleiro fue el gran protagonista de este despertar de los de Diego Martínez. Primero con un centro que despejó Giménez y luego con un disparo que tuvo que taponar Koke. Poco después la UD buscaba soluciones desde las bandas con Viti quien colgaba un centro que no encontró otro destinatario que Jan Oblak. Pese al empuje grancanario, el Atlético no bajó el ritmo y siguió encontrando espacios para inquietar. Giuliano Simeone filtró un buen pase a Llorente, pero el jugador rojiblanco tardó en ejecutar el centro y le dio margen a Scott McKenna para taponar con solvencia. Los centros al área comenzaron a ser tendencia y Sorloth no iba a ser menos, Pablo Barrios colgó un centro que encontró la cabeza del noruego sin embargo el balón no pudo ver portería.
Ante las ocasiones generadas por los rojiblancos, Diego Martínez decidió mover el avispero con el primer cambio para los suyos, dándole entrada a Marvin Park por Oli McBurnie; bajo la idea de reforzar defensivamente con un doble lateral en el carril derecho. El cambio le sentó bien a los amarillos dando lugar a una mejor versión ofensiva dispuestos a romper el empate que marcaba el electrónico. Faltando poco más de un cuarto de hora para que el duelo viera su fin, los canariones tuvieron una ocasión que pudo haber sido realmente peligrosa de no ser por la presencia de César Azpilicueta. Una vez más todo comenzó con la presión de Essugo quien tras robar el esférico se posicionó en la frontal del área donde le cedió el balón al reciente ingresado Marvin el cual disparó pero su remate acabó tocando en el defensa colchonero. El carrusel de cambios en Las Palmas regresaba con la llegada de Sandro Ramírez en detrimento de Dário Essugo.
Los pupilos de Diego Martínez se vieron forzados a afrontar los últimos diez minutos sin su jugador más diferencial en ataque. Fábio Silva acabó tocado del abductor, tanto que tuvo que pedir el cambio. El técnico de la UD no desperdició la ventana de cambios para dar entrada además de a Jaime Mata quien sustituiría al luso, a José Campaña por Alberto Moleiro.Las complicaciones físicas se acumulaban en el conjunto isleño: Álex Suárez, visiblemente renqueante, se vio obligado a continuar sobre el césped al no disponer ya de más ventanas para realizar modificaciones en el XI. Cuando todo apuntaba a un reparto de puntos, en el tiempo añadido apareció la figura de Javi Muñoz para romper el equilibrio y desatar la locura en el Estadio de Gran Canaria. En el 93, un saque largo de Dinko Horkas propició una disputa aérea entre Jaime Mata y la zaga rojiblanca. El balón quedó suelto y Javi Muñoz, llegando desde atrás, se hizo con el control para definir a la perfección ante Jan Oblak. El tanto fue anulado inicialmente por posible fuera de juego de Mata, pero tras revisión del VAR, se determinó que el último en tocar había sido Giménez, validando así el 1-0. De esta manera Las Palmas consigue sumar tres puntos ante un rival Champions y se queda con 32 puntos que le sirven para dormir fuera de puestos de descenso.