Fútbol
10-10-2025 20:25:53
Iván Icígar
La novena jornada de la Liga Hypermotion para la UD Las Palmas comenzó con un Granada lanzado desde el pitido inicial, imprimiendo una marcha más al juego ante un conjunto amarillo que arrancó algo adormecido. Apenas en la primera recuperación del encuentro, Álex Sola probó fortuna con un potente disparo desde fuera del área que obligó a Dinko Horkas a intervenir con reflejos. En estos primeros compases, la presión asfixiante de los de Pacheta impedía que los canarios encadenaran más de dos pases consecutivos. La primera aproximación con verdadero peligro por parte de la UD llegó gracias al desequilibrio de Ale García, que tras dejar atrás a su marcador encontró a Lorenzo Amatucci llegando desde segunda línea. El italiano conectó un remate peligroso, pero el balón se estrelló en la defensa nazarí, dejando en nada la acción.
Pese a esa última intentona amarilla, el claro dominador ,al menos en cuanto a ocasiones, era el Granada, que había saltado al césped con mayor determinación. Los de Pacheta rozaron el 1-0 tras una excelente triangulación entre Diallo y Faye que culminó con un pase de la muerte hacía Pascual, aunque el atacante no logró conectar el remate en condiciones gracias al buen repliegue defensivo de la UD. Faye estaba siendo un peligro para los de Luis García, poco después el futbolista senegalés controló de forma exquisita un balonazo de su guardameta Iker García para intentar un disparo lejano que se quedó cerca de ver puerta. En el conjunto amarillo, el más incisivo en ataque era, una vez más, Ale García. El canterano aprovechaba su velocidad para buscar ventajas y generar desequilibrio. En una de esas jugadas, tras un recorte hacia dentro para asistir a Fuster, provocó un córner que él mismo acabaría rematando, aunque su disparo se marchó desviado.
Los problemas en la salida de balón persistían para una UD Las Palmas incómoda en el Nuevo Los Cármenes, especialmente por los errores en la distribución de Enzo Loiodice. El francés, poco fino en la entrega, ejemplificó las dudas del equipo con un pase en largo que buscaba en banda a Manu Fuster pero que acabó yéndose largo de más. Sin embargo en lo que sí progresaba el equipo canarión era en la presión y fruto de este esfuerzo defensivo consiguieron una recuperación en campo contrario que aprovechó Iván Gil para colgar un potente centro para Fuster que acabaría cediéndole el balón a un Ale García que llegó a tiempo para rematar pero éste careció de potencia para fusilar al meta. Ambos equipos mostraban dificultades en el trato del balón, con numerosas segundas jugadas y rechaces que se convertían en sus principales fuentes de peligro. En cuanto a elaboración, poco o nada. El Granada, más cómodo con el ritmo del partido, comenzaba a animarse con disparos lejanos. En una de estas, desde muy lejos Jorge Pascual se sacó de la chistera un zapatazo que se quedó realmente cerca de ver portería. Una advertencia que, además, dejaba entrever una debilidad por explotar: la UD podía sacar partido de la inexperiencia del portero juvenil nazarí, obligado a cubrir la baja de los titulares.
Enrique Clemente fue el primero en atreverse, comprando su boleto para la lotería con un disparo desde su propio campo. Buena intención, aunque mala posición para sorprender al guardameta. Los balones filtrados hacia Ale García se consolidaban como el principal recurso ofensivo de la UD para incomodar a la zaga andaluza, si bien el premio más frecuente eran saques de esquina más que ocasiones reales. El canterano se mostraba incisivo pero demasiado aislado en punta. En uno de esos córners, la estrategia buscó el cabezazo de Juanma Herzog, especialista en el juego aéreo, pero Jorge Pascual logró anticiparse para evitar un remate franco. En el tramo final del primer acto, los de Luis García mantuvieron su plan: esperar el error rival en la salida de balón para golpear al contragolpe. No obstante, el Granada encontró aire en una jugada bien trenzada que terminó con un testarazo de Pascual que se marchó alto tras desviarse en un defensor. Ante la nula pérdida de tiempo en unos 45 minutos de juego limpio, el colegiado decidió no incluir tiempo añadido por lo que ambos conjuntos se marcharon a vestuarios con empate a 0.
El arranque del segundo tiempo trajo consigo un ritmo más dinámico que el visto en los últimos minutos del primero. La UD Las Palmas mejoró en la circulación del balón, trenzando una acción colectiva de calidad que culminó con un pase filtrado para aprovechar la velocidad de Marvin Park, aunque el esférico terminó marchándose por la línea de fondo. Prácticamente en la jugada siguiente respondió el Granada, generando peligro con un centro que encontró a Álex Sola, cuyo toque dejó a Pedro Alemañ en una posición franca para el disparo, aunque no logró conectar el remate. Los amarillos dispusieron poco después de una oportunidad a balón parado para poner a prueba al guardameta nazarí, pero el lanzamiento de Iván Gil desde buena posición se estrelló en la barrera rojiblanca.
Viendo que el partido se encontraba en un limbo, en el 56 Luis García fue el primero de los técnicos en mover ficha y así agitar el árbol. El entrenador ovetense decidió retirar del terreno de juego a un discreto Iván Gil para dar entrada a Jeremía Recoba, que venía de firmar una buena actuación en la victoria frente al Cádiz. No obstante, fue el Granada quien rozó el gol justo después del cambio amarillo. Álex Sola tiró de potencia y velocidad por la banda derecha para recorrer medio campo y servir un centro medido a Sergio Ruiz, que de tacón estuvo a punto de firmar el 1-0. Los de Pacheta crecían con el paso de los minutos, mientras Las Palmas trataba de reencontrarse consigo misma. En una segunda jugada tras un rechace, Oscar enganchó una volea desde fuera del área que se marchó desviada.
Debido a que los rojiblancos cada vez iban ganando más terreno y que su equipo no encontraba soluciones, Luis García optó por gastar su segunda ventana de cambios con tres modificaciones: dentro Álex Suárez, Kirian y Pejiño mientras se marchaban Herzog, Loiodice y Viti. El 20 amarillo entró al campo enstre aplausos de las gradas del Nuevo Los Cármenes. Pese a las modificaciones, los canarios seguían atascados en la construcción de su juego, incapaces de enlazar posesiones con profundidad, mientras el Granada se aproximaba con creciente peligro a la portería defendida por Dinko Horkas. En una de esas acciones, Diallo colgó un centro preciso buscando a un recién ingresado Bouldini, que no alcanzó a conectar el remate y terminó tendido sobre el césped con visibles gestos de dolor, requiriendo la intervención del cuerpo médico. Inmediatamente después, Jeremía Recoba protagonizó la nota amarga para la UD: en una presión intensa en campo rival, cayó de mala manera y apoyó el peso de su cuerpo sobre la rodilla, encendiendo todas las alarmas. El atacante uruguayo abandonó el terreno de juego entre lágrimas, asistido por los sanitarios, al tiempo que Bouldini también se retiraba en camilla. Ante el infortunio, Luis García recurrió a Jaime Mata para ocupar la referencia ofensiva y dar aire fresco al ataque amarillo.
Tras las dos desafortunadas lesiones, el juego se reanudó en tierras granadinas con apenas trece minutos por disputarse y la incertidumbre de quién lograría inclinar la balanza. Pese a sus imprecisiones en la combinación, Jaime Mata aportaba trabajo y energía en la presión, dificultando la salida limpia del Granada. Sin embargo, el ritmo del encuentro había decaído. El parón provocado por las bajas de Recoba y Bouldini enfrió el ambiente y redujo considerablemente las revoluciones sobre el césped, dejando un tramo final trabado y carente de continuidad. Aun así, Mata buscó romper la igualdad con un remate lejano tras recomponerse de una disputa, aunque su intento se perdió sin peligro. En labores defensivas, la zaga amarilla se mantuvo firme, con un Sergio Barcia imperial en los cruces y atento para sofocar cada acometida de los locales. En el bando nazarí, hombres clave como Faye empezaban a acusar el desgaste, y sus acciones perdían precisión con el paso de los minutos. El colegiado añadió seis de prolongación, pero ni unos ni otros lograron encontrar el resquicio que decidiera el duelo. De esta forma, la UD Las Palmas selló un nuevo empate en el Nuevo Los Cármenes, en un partido con poco fútbol donde ninguno de los dos conjuntos mostró la claridad necesaria para derribar el cerrojo rival.